Como había oído hablar de la pareja de Roqueros solitarios que anidó por la zona, me acerqué hasta allá, a ver si había suerte. Sentarse y esperar, entretenido entre las idas y venidas de los Aviones roqueros, hasta que apareció uno, un juvenil, pero ni rastro de los padres...
Roquero solitario
Por ahí se anduvo un rato, hasta que desapareció, lo sustituyó un Halcón peregrino, que con la pasada que se pegó dejó toda la zona barrida...
De vuelta al coche, y justo encima de él, me encontré con éste, confiado como pocos, me dio tiempo hasta de poner el flash (de ahí ese color tan raro en la primera).
Jilguero
Nunca había visto un juvenil, desde luego le falta lustre para ser como papi...
ResponderEliminarYa te digo, de hecho de lejos pensé que era un Colirrojo tizón...
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